ARTE URBANO
Del latín urbanus, no es necesariamente arte callejero o grafiti. Manifiesta su pasión por la ciudad, se relaciona con esta y con la vida de los barrios donde los artistas viven o intercambian experiencias, a veces más allá de límites geográficos y nacionales. Hoy en día es internacional.
Según el portal de la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad de Indianápolis, debido al hecho de que el grafiti, el arte callejero y el arte urbano se caracterizan por consumarse en el espacio público, a menudo son vistos como actos de vandalismo y destrucción de la propiedad. Aunque algunas veces las diversas formas constituyen, en efecto, actos de vandalismo, los creadores no se ven a sí mismos como vándalos.
Una reflexión importante


Por todas las consideraciones (y desconsideraciones) que el grafiti, el arte callejero y el arte urbano involucran, tal vez, la mejor forma de hacer la pregunta sobre su carácter e idoneidad es invocar la legalidad, no para terminar, sino para comenzar por algún lado a darle civismo al debate. En una sociedad que aspira a comportarse bajo principios de armonía, respeto y coexistencia de diversos sectores, grupos y componentes, la aceptación o no de estas formas de expresión, y su práctica, dependen del nivel de permisividad que la sociedad confiere al individuo, de otra forma el artista debe asumir el carácter subversivo de su acción y atenerse a las consecuencias. Bien vale recordar que la libertad individual, la cual hay que proteger a toda costa, termina donde comienza el derecho de los demás.

 

Fuente: www.elmundo.com/portal/cultura/palabra_y_obra/arte_o_vandalismo.php