De las entrevistas realizadas se desprende que en las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires, a las que asisten los hijos e hijas de las personas entrevistadas, no tienen lugar problemas de acceso de niños, niñas y adolescentes migrantes aunque se encuentren en situación irregular. De acuerdo con los testimonios de las personas migrantes entrevistadas, las escuelas constituyen espacios en donde existe un amplio conocimiento referido al derecho a la educación independientemente de la situación migratoria de una persona.
Las situaciones problemáticas recurrentemente identificadas en el ámbito educativo tienen que ver con otros aspectos. Por un lado, las personas entrevistadas hacen alusión a los complejos tratamientos respecto de los niños, niñas y adolescentes migrantes que despliegan algunos docentes en las escuelas.
Si bien en líneas generales, los padres y madres se muestran satisfechos con la educación que reciben sus hijos e hijas en los establecimientos educativos de la ciudad, cuando se los indaga acerca de cómo transitan su escolaridad y cómo se relacionan con sus docentes y compañeros, generalmente aparecen alusiones a las relaciones conflictivas que muchas veces tienen lugar entre estudiantes migrantes y locales, y a la escasa intervención del cuerpo docente y de las autoridades escolares.
En este sentido, una mujer peruana cuyos hijos asisten a una escuela pública primaria señaló:
“Los chicos peruanos se pelean con los bolivianos y con los paraguayos pero también hay mucha discriminación de los chicos argentinos que les dicen bolita o peruano de mierda (…) y los maestros es como que en el fondo les molesta que vengan los niños de Perú, Bolivia y entonces no hacen nada (…) Nosotros hemos ido a hablar y nunca hicieron nada.”
Por su parte, una mujer boliviana explicó que:
“Mis hijas terminaron el año pasado la primaria y tuvieron maestras muy buenas, pero también algunas que les hablaban mal de los bolivianos, les decían que estaba mal que veníamos acá a vivir en la villa”